Financiado por Fundación Iberdrola España
Las tecnologías de almacenamiento eléctrico (y entre ellas las baterías) se espera que jueguen un papel fundamental en la transición hacia un sistema eléctrico descarbonizado. Su contribución será clave para integrar una alta penetración de fuentes de energía renovables así como flexibilidad tecnológica proveyendo distintos servicios a los operadores del sistema y los gestores de la red de distribución. Algunos de estos servicios son las reservas de operación, gestión de congestiones en la red de transporte, o aportar potencia firme al sistema. Sin embargo, bajo el marco regulatorio actual no está garantizada la viabilidad económica de todos los diferentes servicios – indispensables – que aportarán las tecnologías de almacenamiento en el sistema eléctrico del futuro.
El principal objetivo de este proyecto es: primero, cuantificar el beneficio social y medioambiental generado por tecnologías de almacenamiento en sistemas eléctricos mayoritariamente descarbonizados; segundo, analizar cuáles de los servicios prestados serían rentables en un mercado liberalizado y competitivo; y finalmente, establecer cuáles serían las políticas regulatorias más adecuadas para garantizar la rentabilidad económica de las tecnologías de almacenamiento cerrando la brecha entre lo técnicamente posible y la económicamente viable.
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